Novena Semana

Pues llegamos a la novena semana en Fama (Dios mío, los pobrecillos ya llevaban más de dos meses encerrados en la cutrecademia!!), y Quique y Vicky vuelven al street dance, esta vez para homenajear uno de los cortes y una de las coreos más famosas del mítico álbum Thriller, de Michael Jackson, pero de cuando Michael Jackson aún era negro (bueno, casi negro, porque ya había empezado a desteñirse) y todavía tenía nariz (porque ya sabemos que ahora, por no tener no tiene ni cara). El tema en concreto, Beat It, y para variar, Quique y Vicky se cepillaron la coreografía en apenas un ensayo:

Como habeis podido comprobar en el video anterior, Quique se estaba disolviendo como un azucarillo, y se había quedado prácticamente en el chasis (ya veis, cosas de la falta de ilusión y de las pocas ganas que le ponía al trabajo el chaval). Claro que los kilos que él iba perdiendo, se los iban "encontrando" los consumidores compulsivos de krispis, los que verdaderamente trabajaban con ilusión (ya sabeis quienes, Angel, Esther y Lorena, que se estaban poniendo como jamones). Total, el caso es que para el día de presentar las coreografías, Quique y Vicky tenían el Beat It más que dominado:

Así que volvieron a proponerlos para luchar por la inmunidad, junto a Alex y Sonia. Y la verdad es que nos extrañó la elección de estas dos parejas, porque igual no lo recordais, pero esa semana se bailaron en Fama dos de las coreos más míticas del programa: la de la cama de Hugimery, y la de Sex Machine del puto breaker (sí, sí, la coreo de break??? jjajaja!!! para parvulitos que JC destrozó en solitario, porque la hiphopera tenía el pie torcido). Bueno, a lo que íbamos, que la inmunidad se la disputaron Quique y Vicky frente a Alex y Sonia, y comenzaron con una coreo improvisada conjunta, al son de Wonderfull Life en versión de Zuchero, con la que cubrieron el expediente y poco más:

Luego tuvieron que presentar sus respectivas coreografías de pareja, en ambos casos con el tema Dilemma, de Nelly y la ex-Destiny's Child Kelly Rowland. Y, bueno, no es que Alex y Sonia montaran un desastre al estilo de Miguel y Esther, porque para empezar ellos bailar sí que bailaron, aunque como siempre abusaron de las acrobacias de Sonia y los toques "líricos" que quisieron incorporar a Alex le venían grandes (esa rigidez!!). Quique y Vicky, como siempre, estuvieron impecables, y con una compenetración espectacular:

Finalmente, en la coreografía improvisada, les pidieron una demostración de técnica. Alex y Sonia (que estuvo a un pelo de partirse los piños en un porté) pusieron ganas y esfuerzo, pero lo cierto es que los dos son tan terriblemente rígidos e inexpresivos bailando cualquier cosa que huela a "lírico", que Quique y Vicky, con poquito, se los merendaron: claro, no nos engañemos, no son Baryshnikov y Pavlova, y no es que estuvieran brillantes, pero sí correctos y mucho más cómodos que sus rivales en este estilo, aunque el corte musical (esa cosa horrible llamada Amigo Vulnerable, de Enrique Iglesias) se alargó en el directo más de lo que pensaban y se quedaron un poco descolocados. Ahora, eso sí, conexión Vikike al máximo:

Al final, el que se llevó la inmunidad fue Quique. Sí, sé que estareis pensando: ¿y la operación hundir a Quique? Simple maniobra de despiste, porque se había iniciado la tercera fase en el plan de Fama para comerle la moral, la de los famosos castings "elijo-a-cualquiera-menos-a-Quique-y-de-paso-lo-humillo-y-manipulo-los-resúmenes", y no era cosa de ser tan descarados. En concreto, esa semana el casting era para ir a hacer el mono delante de Rihanna, y aunque la coreografía (por cierto, estupenda e infinitamente mejor que muchos de los bodrios montados por Rafa pum-ka-ka Méndez o Lola Bones) era 100 % made in Quique y Alex, el elegido para irse a Londres fue Miguel ... aunque visto lo visto, y recordando cómo nos partimos el culo viéndolo (con trabajo, eso sí, que al lado de Rihanna la verdad es que costaba encontrarlo) hacer el ridículo delante de la pobre muchacha, que estuvo todo el rato acurrucada y acojonada en un rincón, pues oye, que bien está lo que bien acaba.